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La sequía extrema golpea al estado de Chihuahua en 2024, una situación que llevó a la gobernadora María Eugenia Campos a declarar la emergencia en 67 municipios. Aunque en muchas partes del país las lluvias aliviaron parcialmente la falta de agua, Chihuahua enfrenta una situación crítica por la baja captación de agua en sus principales presas, La Boquilla y Las Vírgenes. Esto puso en riesgo las actividades agrícolas y la disponibilidad de agua para el próximo año.
La declaración de emergencia busca movilizar fondos y recursos, además de implementar un plan que permita mitigar los efectos de la sequía en los municipios más afectados. Este plan incluye tanto medidas inmediatas como proyectos de infraestructura hídrica, a fin de que las comunidades puedan afrontar la sequía actual y estar mejor preparadas ante futuros desafíos climáticos.
¿Cuáles son las medidas del gobierno ante la sequía en Chihuahua?
La declaración de emergencia en Chihuahua puso en marcha varias medidas urgentes para aliviar la crisis en las áreas más afectadas. Una de las prioridades es el apoyo directo a las comunidades rurales que dependen del agua para sus cultivos y ganadería. En este sentido se prevé la entrega de insumos agropecuarios y la construcción de infraestructura de captación y almacenamiento de agua, especialmente en zonas agrícolas clave.
Además, el gobierno de Chihuahua también contempla un plan de reforestación que ayude a la conservación de suelos, pues con la erosión y la escasez de agua, las tierras de cultivo se ven gravemente afectadas. La adquisición de maquinaria especializada permitirá mejorar la eficiencia en el uso de los recursos hídricos y optimizar el riego en áreas productivas, lo cual es vital para evitar pérdidas económicas y garantizar el suministro de alimentos en la región.
¿Cómo se va a afrontar la falta de agua en los hogares de Chihuahua?
La sequía extrema en Chihuahua no solo afecta la agricultura y la ganadería, sino también la disponibilidad de agua para la población. La situación es particularmente alarmante porque, de no tomarse medidas, las consecuencias de esta sequía podrían ser devastadoras en los próximos años. El gobierno destinó más de mil millones de pesos a programas de emergencia y créditos para las familias afectadas, con el fin de reducir el impacto económico y asegurar el acceso al agua.
Estas son algunas de las ideas del Estado a largo plazo para enfrentar este problema cada vez más frecuente en el mundo debido al cambio climático. Además, la coordinación entre el gobierno y las comunidades será fundamental para implementar soluciones sostenibles que reduzcan la vulnerabilidad hídrica en Chihuahua y otras regiones afectadas de México.