Amor y negocios no siempre son compatibles. Una regla que muchos se cuidan de no romper, al considerar que mezclar dineros con la pareja no siempre es la mejor inversión.
Eso es lo que hoy debe estar pensando el ex pololo de Camila Andrade, con quien hoy vive un impase por término de contrato en un proyecto de belleza relacionado con el cuidado de uñas: la ex Miss Mundo Chile 2013 decidió demandarlo ante la Inspección del Trabajo por 9 millones de pesos a modo de indemnización.
Los dardos laborales apuntarían a una desvinculación del negocio tras terminar la relación sentimental que mantenían, debiéndole sus ingresos desde noviembre del año pasado hasta mediados de marzo de este, y que ese tiempo no se compensaba con los $600.00 ofrecidos por Gerardo Zavala.
“El puso un local de uñas para que ella lo administrara, como para ayudarla. Ella acusa de que él la iba a hacer socia y nunca lo hizo. Él dice por su parte que ella nunca puso ni un peso de capital”, detalló la periodista Cecilia Gutiérrez en “Sígueme” de TV+.
En la oportunidad, agregó que el empresario le iba a entregar un porcentaje de las ganancias. “Eso no alcanzó a ocurrir porque el local lo abrieron a fines del verano. Se fueron de vacaciones a Brasil y al poco tiempo de regresar, terminaron y ella empezó a andar con Kaminski”.
“Solo fue un par de veces”
Ante el revuelo mediático de la situación, el afectado, en entrevista con Hugo Valencia en “Zona de Estrellas”, comentó que la participación de Andrade en el negocio fue muy acotada y estuvo lejos de ser una relación de trabajo formal, además de no existir contrato formal de por medio.
“Solo acompañó a una persona a comprar insumos antes de marzo y en ese mes fue un par de veces al centro de estética a tomarse unos cafés y hablar con clientes”, explicó Zavala, detallando además que la modelo no tenía establecido horarios ni responsabilidades claras en el emprendimiento, a lo que se suma que el local abrió el 25 de febrero, el 27 de vacaciones se fueron de vacaciones a Brasil, regresaron a Chile el 4 de marzo y el 10 la relación llegó a su fin.
A partir de esas acciones, reconoce que le ofreció a Andrade la suma de $600.000 vía boleta de honorarios, cifra que consideró adecuada a la escasa colaboración que prestó durante las semanas de inauguración del espacio de cuidado personal.