En la Cámara de Diputados, la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y aliados, hicieron valer su dominio de los órganos de gobierno del recinto, para acelerar el paso de la reforma sobre supremacía constitucional.
El ordenamiento comenzó a discutirse en el Pleno, pasadas las 10 de la mañana de este miércoles 30 de octubre.
Desde el día anterior, la mayoría decidió cancelar una sesión solemne que se tenía prevista en el Pleno, previa al debate de los cambios constitucionales, con el fin de entrar de lleno a la inimpugnabilidad de reformas constitucionales y ganarle el paso al análisis y resolución de las impugnaciones presentadas ante la Suprema Corte, que se llevará a cabo el próximo martes 5 de noviembre.
Reformas constitucionales inimpugnables
Al presentar el dictamen y darle tinte político a su discurso, el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales e integrante de Morena, Leonel Godoy advirtió que mienten quienes acusan que se está terminando con el amparo y con los medios de defensa ante cambios legales.
Lo que no se admitirá serán amparos, acciones de inconstitucionalidad ni controversias constitucionales contra reformas a la Carta Magna.
“Miente quien diga que los derechos humanos han perdido vigor en materia de juicio de amparo, mienten totalmente (…) por eso la Suprema Corte de Justicia de la Nación no puede modificar el texto constitucional, no hay ninguna disposición en nuestro texto que permita que eso ocurra”, subrayó.
Godoy Rangel explicó los cambios a los artículos 105 y 107 de la Carta Magna.
“Artículo 105, son improcedentes las controversias constitucionales o acciones de inconstitucionalidad, que tengan por objeto controvertir las adiciones o reformas a la Constitución. Artículo 107: no procederá el juicio de amparo contra adiciones o reformas a esta Constitución. Transitorio, segundo, los asuntos que se encuentren en trámite deberán resolverse conforme a las disposiciones contenidas en el presente decreto”, planteó.
El morenista agregó que la reforma busca dar certeza jurídica y reafirmar la improcedencia de medios de control constitucional, como controversias constitucionales, acciones de inconstitucionalidad y amparos, que tengan por objeto controvertir ajustes al texto constitucional.
Aclaró que esos recursos legales, se mantendrán vigentes en el caso de estados, municipios, poderes, partidos, grupos parlamentarios, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la Fiscalía General de la República (FGR).
Oposición rechaza “supremacía dictatorial”
Al manifestarse en contra y adelantar su voto en rechazo a la reforma en cuestión, los legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) se presentaron con lápidas de cartón con los nombres de los organismos autónomos y la democracia, representando su desaparición.
Un diputado portaba una máscara de la muerte.
También mostraron una pancarta con la frase “Morena. La dictadura de México”.
En sus posicionamientos y las tres mociones suspensivas rechazadas por el bloque mayoritario sentenciaron que la reforma a discusión es de tipo “dictatorial”, violatoria de derechos humanos y de urgencia injustificada.
“Van a transformar la pirámide de Kelsen para poner en la cúspide de la pirámide: Morena, porque eso es lo que quieren hacer con esta reforma de supremacía dictatorial, eliminar los medios impugnación contra reformas constitucionales, impedirán que el Poder Judicial actúe como contrapeso frente a los otros poderes y ese, ese es el espíritu (…) venganza, no es otra cosa más que venganza”, advirtió la coordinadora panista, Noemí Luna.
“Esta reforma es violatoria de la Constitución y demás de 600 recursos jurídicos y legales (…) este bodrio de reforma judicial que hoy está teniendo un hijo más que es la reforma de supremacía, es de supremacía de Morena sobre la Constitución”, recriminó la diputada de MC, Laura Ballesteros.
Adiós progresividad, hola poder del pueblo
En contraparte y a favor de la reforma, la diputada de Morena y ministra en retiro de la Corte, Olga Sánchez Cordero, justificó los cambios a discusión.
Tras recordar que a lo largo de las décadas, ministros del Alto Tribunal se han pronunciado respecto a la revisión de las formas en la aprobación de reformas constitucionales, pero no del contenido, es decir, a favor de la “supremacía constitucional”, admitió que el debate no es fácil ni cómodo.
No obstante, la defendió al señalar que “constitucionaliza” lo que establece el artículo 61 de la Ley de Amparo.
También reconoció que el actual gobierno está rescatando “el poder soberano” menguado en las últimas cuatro décadas, y si bien se está dejando de lado la progresividad de derechos humanos, se privilegia el poder soberano del pueblo.
Y eso, dijo, no es violatorio de los derechos humanos.
“Esta reforma apunta hacia un escenario en el que se rescata el poder soberano, menguado durante las últimas cuatro décadas e integra un modelo de ingeniería constitucional que abandona el principio de progresividad y nos lleva a criterios que ha avalado la Corte, en torno a la capacidad que tiene el pueblo de México para determinar su futuro. Eso en ningún momento es contrario a la defensa y promoción de los derechos humanos”, argumentó.