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Las tensiones provocadas por las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han causado la respuesta de los dueños de cafeterías de Canadá, quienes han decidido renombrar el café americano como “canadiano”.
El mandatario estadounidense ha hecho polémicas declaraciones y provocativas en contra de Canadá y del primer ministro Justin Trudeau, al decir que el país del norte debería convertirse en un estado más de EU, y llamarlo “gobernador” del estado 51.
Aunado a la imposición de aranceles a los productos canadienses, se despertó un sentimiento nacionalista entre la población del país norteamericano.
¿Cafeterías canadienses renombran el café americano?
Se ha reportado que la población de Canadá ha tomado diferentes medidas, a manera de solidaridad con su gobierno y rechazo a las políticas y declaraciones del Donald Trump.
Entre las medidas está retirar de los estantes de las tiendas de autoservicio los productos de estadounidenses, además de recomendar la compra de mercancía canadiense, o incluso mexicana.
Una medida adicional es la que tomaron las cafeterías al retirar de sus menús al denominado como “café americano”.
El movimiento comenzó el 6 de febrero, con la cafetería de Columbia Británica, Kicking Horse Coffe, que en un video publicado y posteriormente borrado en su cuenta de Instagram.
Los encargados de la cuenta explicaron que por 16 años, el establecimiento llamó de manera discreta a los cafés americanos como “canadianos”, pero en ese día lo convirtieron oficialmente en una costumbre.
“Estamos pidiendo a las cafeterías de todo el país que hagan el cambio. Únanse a nosotros. Llámelos ‘canadianos’”, cita Forbes.
Luego de que se diera a conocer lo ocurrido y el movimiento, se difundió en la cuenta de TikTok @duncan.garage, el video de una empleada de una cafetería canadiense que eliminaba del menú la palabra “americano”, y lo reemplazó con el nombre de “canadiano”.
El acto se ha viralizado rápidamente en redes sociales, en donde el cambio al nombre del café americano por las cafeterías canadienses, se ha interpretado como una muestra del malestar generalizado por los ciudadanos canadienses.
