No existe hincha, periodista, ni exseleccionado nacional que no quiera el despido de Ricardo Gareca de la selección chilena luego del pobre empate ante Ecuador que enterró toda esperanza de llegar al Mundial 2026.
Una tarea nada sencilla para la dirigencia de la ANFP que encabeza Pablo Milad, ya que una eventual rescisión de contrato significaría desembolsar US$1.350.000 de indemnización. Un dinero que hoy en Quilín no tienen.
Y es que dado los resultados en las Eliminatorias, en la testera del ente rector esperaban un gesto de Gareca y que él mismo le pusiera punto final a su estadía en la banca de la selección. Sin embargo, y por sus palabras en la conferencia de prensa, eso no va a ocurrir.
Pero existe otra razón por la que resulta difícil despedir al Tigre Gareca. Y es que el otro problema para Milad es que, más allá del costo económico de pagar un finiquito es que en Quilín no existe un plan definido para encontrar un reemplazo inmediato.
En la ANFP no hay ningún plan B, no hay una lista de posibles reemplazos y nadie hasta ahora ha avanzado en la búsqueda de un nuevo técnico en caso de una salida anticipada del Tigre.
Con este panorama, el directorio de la ANFP decidirá en los próximos días la continuidad de Gareca al mando de La Roja, cuando aún quedan cuatro fechas de clasificatorias por disputar, aunque el objetivo está cada vez más lejos.
Apareció primero en Bola Vip