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Senadores del PRI presentaron una iniciativa para establecer penas de hasta 60 años de cárcel a quien opere campos de exterminio en el país.
La iniciativa, presentada por el senador Néstor Camarillo, plantea imponer de 20 a 40 años de prisión a quien administre, dirija, comande, colabore o facilite la operación de un campo de exterminio o adiestramiento del crimen organizado.
No obstante, prevé que la pena se incrementará hasta en una mitad cuando se acredite la existencia de estructuras de mando y jerarquía dentro del campo de exterminio o se utilicen métodos de tortura o esclavitud en las víctimas y se registre la desaparición forzada o asesinato de menores de edad, mujeres, indígenas, migrantes o personas con discapacidad.
Al presentar la iniciativa, Néstor Camarillo destacó que el caso Teuchitlán revela la extrema crueldad del crimen organizado en México. Señaló que la política de “abrazos” no ha dado resultados, por lo que planteó castigar con todo el peso de la ley a quienes operen campos de exterminio.
Por otro lado, la propuesta establece una pena de 10 a 20 años de prisión a quien, por cualquier medio (incluidas las redes sociales) reclute, obligue, incite o induzca a una persona a integrarse o colaborar con organizaciones delictivas, terroristas o grupos del crimen organizado.
En este sentido, las penas se incrementarán en una mitad cuando la víctima sea menor de edad, indígena, migrante o se trate de una persona con discapacidad o cuando se utilicen amenazas, violencia física, psicológica o económica para obligar a reclutamiento.
