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En septiembre, el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena fue invitado a participar en la mesa redonda “Jueces y juicios en las Cortes Internacionales y Supremas”, como parte de la conmemoración del centenario del programa de maestría en Derecho en la Universidad de Harvard.
Ante un auditorio lleno de egresados de todo el mundo, el ministro mexicano sorprendió al público con un comentario humorístico sobre los requisitos actuales para ser elegido a la Corte Suprema de México.
“Ahora, los requisitos son, y no estoy bromeando, tener un promedio de 3.0 y cinco cartas de recomendación de tus vecinos”, dijo, lo que provocó risas entre los asistentes. Gutiérrez Ortiz Mena se refería a los recientes cambios introducidos en la Constitución tras la polémica reforma judicial.
Cuando se le preguntó sobre el mayor reto que enfrenta el Poder Judicial mexicano con la nueva reforma, el ministro calificó la situación como un “retroceso constitucional y democrático”.
Explicó que, a partir de ahora, todos los jueces de distrito y de la Suprema Corte serán elegidos mediante votación popular, lo que implica un cambio dramático en el sistema judicial del país. Con más de 1,700 jueces sujetos a elección, señaló que se avecina un periodo de inestabilidad en los tribunales, ya que la elección masiva pondrá en pausa la predictibilidad y solidez del sistema.
El ministro recordó la evolución del sistema judicial mexicano, que en 1994 dio un paso clave al establecer un tribunal constitucional fuerte.
Además, destacó la reforma de 2011, cuando la Suprema Corte asumió un rol más activo en la defensa de los derechos humanos, revisando leyes sobre derechos de las mujeres, la comunidad LGBTQ+, y limitando intentos de militarización.
También mencionó que la SCJN ha jugado un papel clave en la protección del modelo democrático, al ser la encargada de resolver cuestiones electorales y salvaguardar la autonomía del Instituto Nacional Electoral (INE).
Sin embargo, Gutiérrez Ortiz Mena alertó que estos avances están en riesgo. La reciente reforma ha detenido el papel de la Suprema Corte como guardiana de la democracia y ha generado gran incertidumbre sobre el futuro del sistema judicial mexicano.
Vicki C. Jackson, profesora de Derecho Constitucional en Harvard y moderadora del panel, expresó su preocupación por los cambios en México.
Comentó que, aunque algunos estados en Estados Unidos eligen a sus jueces, estos pertenecen a un sistema federal que garantiza una mayor estabilidad. En contraste, la situación en México podría tener graves consecuencias, algo que académicos constitucionales estarán observando de cerca.
Compartiendo el panel con personalidades como Lady Arden, exjueza de la Corte Suprema del Reino Unido, y Raúl Pangalangan, exjuez del Tribunal Penal Internacional, Gutiérrez Ortiz Mena destacó que México se encuentra en un punto de inflexión donde las decisiones que se tomen definirán el rumbo de su sistema judicial en los próximos años.