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México enfrenta una necesidad urgente de servicios especializados para la neurodiversidad. En 2020, cifras oficiales revelaron que más de un millón y medio de personas padecen enfermedades mentales, y un 35 por ciento de ellas son niños.
Con esta alarmante situación en mente, Xtraordinary People (XP), organización internacional de atención neurodiversa, inauguró su primer centro en la Ciudad de México, específicamente en la colonia Anzures.
Esta sede, encabezada por Adrián Trejo, CEO y cofundador de XP, se especializa en brindar atención terapéutica y educativa a personas con condiciones como Trastorno del Espectro Autista (TEA), TDAH, dislexia y síndrome de Tourette, entre otras neurodiversidades.
Trejo destacó que el 15 por ciento de los ingresos del centro se destinarán a personas con recursos limitados y que están colaborando con fundaciones para ampliar el alcance de estos servicios.
“Queremos apoyar a las personas que enfrentan retos en su vida diaria debido a su condición. Con el respaldo de fundaciones, podremos ayudar a quienes más lo necesitan”, afirmó Trejo, enfatizando la importancia de este centro que ofrece un modelo de intervención innovador basado en neurociencia, tecnología avanzada y un enfoque educativo personalizado.
El Dr. Eduardo Barragán, exjefe de Neurología Pediátrica del Hospital Infantil de México, añadió que el método de XP es integral y permite un enfoque que va más allá del aspecto médico, abarcando también las esferas emocionales y sociales de cada persona.
“La neurodiversidad no es un obstáculo, sino una oportunidad para explotar el potencial único de cada individuo”, explicó Barragán, quien participa como director de la Clínica Brain Magical Team.
El objetivo de XP es ambicioso: en los próximos 12 meses planean abrir 20 centros adicionales en México, esperando atender a más de 6 mil familias. La expansión incluye planes para llegar a Panamá, Colombia y Chile en los próximos dos años.
Gerardo Gaya, presidente de la Fundación Iluminemos por el Autismo, expresó que XP llega en un momento crítico para las familias mexicanas, que durante años han carecido de atención especializada.
“La neurodiversidad debe ser reconocida y aceptada no solo por las familias, sino por toda la sociedad. Este tipo de iniciativas no solo brindan atención, sino que también educan y sensibilizan, lo cual es esencial para generar un cambio significativo en la vida de las personas neurodivergentes y sus familias”, concluyó.